Draqui, el dragón chiquitito

23, agosto | Bitácora del Campus de Inglés | 1 Comentarios

Érase una vez en una tierra muy lejana. Habitaba un dragón chiquitito en lo alto de una montaña. Vivía con sus hermanos, todos dragones enormes, de dientes grandes y puntiagudos, cuerpos de escamas rojas como el fuego y uñas negras como el carbón. Los dragones podían lanzar llamaradas de fuego por la boca y se divertían asustando a los aldeanos que vivían en la falda de la montaña.
Sin embargo, el dragón chiquitito era diferente de sus hermanos y éstos se burlaban de él por ello. Draqui, que así se llamaba este pequeño dragón, era diminuto, apenas se le vislumbraban unas garras en las patas; era de todos los colores del arco iris y, por si fuera poco, era incapaz de lanzar ni un poco de humo por la boca. Sus hermanos, al verle tan enclenque e incapaz de soltar ni siquiera una chispita por la boca, se burlaban sin cesar; le decían constantemente que no parecía un dragón y le instaban a que se marchara a un país donde todos los habitantes eran tan chiquititos como él.
Draqui estaba deseando conocer ese país en el que todos los habitantes eran chiquititos. Todas las noches soñaba que escapaba volando con sus pequeñas alas y volaba surcando las nubes hasta ese insólito continente.
Una noche su sueño se hizo realidad. Aprovechó que el vigilante nocturno estaba distraído y escapó de la cueva donde había vivido tantos años con sus hermanos y amigos de la manada de dragones.
Caminó sin descanso varios días cuando, un amanecer ya exhausto, vió como a su alrededor la vegetación menguaba, los árboles se convertían en arbustos, había hierba y, a lo lejos, empezó a observar las cabañas de los humanos que habitaban el poblado. Draqui...


(Eva)
Draqui siguió paseando por los linderos del bosque cuando vió a un caballo precioso, elegante y muy señorial. El caballo se llamaba Veloz y este había escapado de su amo que lo torturaba. Draqui le preguntó si le apetecía ser su amigo y el caballo aceptó encantado ya que nunca había tenido ningún amigo antes.
(Diego)
Draqui le comentó a Veloz su sueño de visitar el continente donde todos los habitantes eran chiquititos. Veloz señaló que el viaje podía ser peligroso y que necesitarían más amigos para llegar a aquel extraño lugar. Así que siguieron paseando por el bosque cuando de repente se chocaron contra una gran cabra montesina de enormes cuernos y de abundante pelaje grisáceo; ésta estaba pastando alrededor de un lago y los dos amigos al estar tan cansados del viaje, le preguntaron si podían sentarse a su lado. Comenzaron a charlar y la cabra les contó sus aventuras de cuando era una cabra montesina malvada y asustaba a niñas inocentes, hasta que una hormiguita le dio una verdadera lección. Desde entonces respetaba a todos los animales (humanos y no humanos) y vivía en aquel precioso lago.
Draqui y Veloz se conmovieron con su historia y la invitaron a viajar juntos al país de los habitantes diminutos. La cabra aceptó encantada, ya que a pesar de haberse transformado en una cabra buena, hasta ahora no había podido encontrar amigos debido a su antigua reputación de malvada.
(Orencio)
Caminaron en pos de aquel lejano lugar, traspasaron valles y montañas, ríos y mares, noches y días andando sin cesar…descubriendo nuevos países y lugares. En esas estaban cuando oyeron el sonido de un tigre que rugía de dolor…-¡ay mis garras! ¡Mis pobres y preciosas garras! “¿Cómo conseguiré cazar ahora?”, se lamentaba el pobre tigre.
Los tres amigos se acercaron y éste les contó que se llamaba Camilo, y que había sufrido una caída por querer atrapar a un antílope de la sabana. Tropezó con una piedra y se rompió las garras de las patas delanteras.
(Paula)
Los tres compañeros de viaje decidieron invitar al tigre a unirse a su compañía para alcanzar aquel lugar que anhelaban tanto… El tigre pensó que si allí todos los animales eran diferentes y chiquititos nadie se fijaría en sus patas sin garras y podría cazar sin problema alguno. Así decidió acudir con los tres animales en busca del país soñado.
(Javier)
Después de muchas jornadas caminando, el tigre comenzó a preguntarse si había hecho bien en acompañar a aquellos tres extraños viajeros. Preguntó al resto que como habían decidido viajar hasta un país tan extravagante y lejano. Draqui le contestó que estaba harto de que sus amigos y familiares se burlaran de él, así que en cuanto oyó hablar de ese país, soñaba con el todas las noches y …en cuanto tuvo la oportunidad escapó para poder vivir su propia vida sin las burlas y chanzas del resto.
(Gabriel)
El tigre escuchó la historia de Draqui tan atentamente y le impresionó tanto la vehemencia de su relato, que no dudó ni un instante más. Sólo preguntó entonces cómo se llamaba aquel lugar a lo que Draqui respondió: “Minipolis”, y es tan chiquitito, tan chiquitito, que no aparece ni en los mapas.
(Laura)
Siguieron recorriendo campos y montañas, lagos y riachuelos hasta que de nuevo llegaron a un lugar que jamás habían visto. Una vasta extensión de arena se abría bajo sus pies. Nunca antes habían visto tanta arena junta, formaba montículos espectaculares y el calor era agobiante.
A punto estuvieron de darse media vuelta, pero sus ganas de llegar a “Minipolis” eran más grandes que aquel gigantesco desierto. Después de mucho caminar y varios días sin probar bocado, alcanzaron a ver a lo lejos, una sombra que se desplazaba muy rápido a través de las dunas de arena. Al llegar a su altura, se dieron cuenta de que la sombra no era tal sombra, sino que era una lagartija morena; su nombre según sus rápidas palabras al presentarse a los cuatro viajeros era: “negrito café”. Ésta al verlos tan exhaustos y delgados después de varios días sin comer les llevó a un pequeño oasis que conocía, en el que podrían refrescarse y descansar del calor. Hacia allí se dirigieron los cuatro con la lagartija “Negrito café”, guiándolos entre las dunas en todo momento.
Al llegar al oasis “Negrito café”, quiso presentarles a un colega suyo llamado Puentito, otra lagartija que dormitaba al sol después de un buen baño. Ambas lagartijas conversaron y decidieron invitar a sus huéspedes a una buena taza de agua de coco, algo bastante privilegiado, pero al ser una de las pocas compañías agradables que tenían las lagartijas pensaron que no les importaba en compartir su preciada agua de coco con estos viajeros.
(Pablo)
Allí estaban los seis animales en mitad del desierto, bebiendo agua de coco bajo la sombra de las palmeras de aquel oasis. Al caer la noche, Draqui comenzó a contar la historia del país de los habitantes chiquititos a las lagartijas. Estas sorprendidas no dejaban de atender ni un solo instante y poco a poco y con el sonido de las palabras de Draqui de fondo todos y cada uno de los animales cayeron en un profundo sueño, cada uno soñando con el país de “Minipolis” pero a su manera.
(Elvira)
Draqui soñaba con un país en el que todos los habitantes eran diferentes y chiquititos, donde nadie se burlaba de nadie y todos eran de muchos colores.
Veloz soñaba con un país en donde todos los caballos no tenían dueño y podían galopar sin barreras y libres por todas las tierras que desearan.
La cabra montesina, imaginaba un país en el que nadie conociera su antigua reputación y en el cual podría tener multitud de amigos que querrían jugar con ella.
Nuestro tigre Camilo fantaseaba con un país donde pudiera cazar sin problemas y donde ningún tigre se riera de él por tener las garras rotas.
Las lagartijas “Negrito café” y “Puentito” soñaban con alegría con un país con miles de fuentes de su bebida favorita el agua de coco.
(Hugo)
A la mañana siguiente, toda la compañía de animales se puso en marcha. Querían llegar cuanto antes a “Minipolis” y el camino aún era un poco largo. Después de bastante caminar y de ratos divertidos durante el viaje, comenzaron a vislumbrar como el paisaje cambiaba a su alrededor, todo estaba sombrío y triste, apenas había plantas y el cielo estaba cubierto por nubes. Empezaron a pensar si se habrían equivocado de camino, pero Draqui había estudiado millones de veces el mapa y estaba seguro de que Minipolis estaba muy cerca.
(Miguel)
Al poco de estar caminando por este lugar tan inhóspito, se toparon con un caballero apoyado en un árbol seco. El caballero mantenía la cabeza baja y parecía lamentarse de su suerte…Todos los animales impactados ante la pena de aquel caballero decidieron acercarse y preguntarle si podían ayudarle en algo. El caballero les relató entre suspiros que estaba intentando rescatar a la princesa Flora de los sótanos del castillo del malvado brujo del norte.
Los animales y en especial el León Camilo, queriendo demostrar su valía instaron al caballero a que les llevara a aquel castillo para intentar ayudarle en lo que pudieran.
(Fran)
Hasta la misma puerta los condujo el caballero negando con la cabeza y murmurando cosas inteligibles. Mientras tanto en lo más alto de la más alta torre del castillo, el malvado brujo del norte ya les había visto acercarse a los dominios de su castillo. Éste se reía a carcajadas pensando que nunca jamás podrían abrir la puerta tras la que estaba encerrada la princesa Flora.
(Raúl)
Una vez el caballero les hubo mostrado la puerta, todos y cada uno de los animales intento derribarla.
El caballo Veloz fue el primero en intentarlo, se lanzo a la carrera y le pegó una fuerte coz, pero la puerta ni tembló.
El segundo fue el León Camilo que por más que rugió e intentó desgarrar la puerta con sus garras, el hecho de no tener las delanteras le restaba eficacia.
En tercer lugar se ofreció la cabra montesina, que pretendía tirarla a base de empujones con su cornamenta.
Al ver que nadie lo conseguía las Lagartijas pidieron su turno e intentaron colarse por la rejilla de la puerta en vano, ya que al estar la puerta encantada una fuerza invisible las repelía hacía atrás.
(Irene)
Estaban ya todos extenuados y sin ideas, cuando Draqui comenzó a mirar muy fijamente la puerta. Tanto tanto se concentró que hubo un momento que todos los colores de sus escamas comenzaron a brillar con una fuerza y majestuosidad. Draqui abrió su boquita y lanzó contra la puerta una enorme bocanada de arco iris, miles y miles de arco iris
chiquititos de todos los colores surgieron de sus pequeñas fauces y fueron a chocar contra la puerta de los sótanos del castillo.
(Daniel)
Todos los animales estaban impresionados a la par que asustados pero al ver que la puerta empezaba a temblar y poco a poco comenzó a ceder, comenzaron a animar a Draqui sin cesar: ¡Ánimo Draqui! , ¡Tú puedes pequeño dragón! , ¡Lanza más arco iris! ….así siguieron hasta que la puerta del sótano cedió por completo. Todos y cada uno de los animales incluido el caballero comenzaron a vitorear el nombre de Draqui y se lanzaron a abrazarlo.
(Alberto)
Mientras el malvado brujo se lamentaba en la torre, maldita sea mi suerte…ahora tendré que enfrentarme a ellos…pero comenzó a ver que los arco iris que Draqui había lanzado contra la puerta para echarla abajo, no sólo habían destruido su encantamiento mágico sino que también estaba deshaciendo toda la magia negativa y gris que había por todo el castillo y los alrededores. Los árboles comenzaron a crecer altos y fuertes, las plantas brillaban con todos sus colores, en el cielo brillaba un cielo azul increíble y espectacular arco iris se alzaba en el cielo coronando el castillo.
(Judith)
El malvado brujo al ver como todo esto ocurría noto como se le fueron acabando las fuerzas, esa magia malvada y gris que había inundado todo el castillo durante varios años, estaba desapareciendo y con ella sus fuerzas. Por lo que al ver esto decidió huir y más nunca se supo de él.
Por otro lado los animales junto con el caballero corrían escaleras abajo en busca de la princesa. Después de unos laberínticos pasadizos dieron con ella en una celda. El príncipe rompió la cerradura y entró. La princesa estaba muy contenta debido a que ella era la reina de la naturaleza, y esta había vuelto a recobrar toda su fuerza y esplendor gracias a la ayuda de todos los animales y en especial de Draqui y de su arco iris.
Finalmente, el príncipe y la princesa pudieron vivir juntos y ser felices para siempre.
Mientras Draqui y sus amigos alcanzaron por fin su tierra soñada “Minipolis” y fueron muy felices en aquel extraño y singular país de habitantes chiquititos.


Cuento colectivo elaborado por los alumnos de 3º de Infantil del Campus de Inglés El Globo Rojo

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HX0aXUjV - 17/01/2023 14:26

Serwis anten satelitarnych WARSZAWA

8, January | 0 Comments

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