Un día de vendimia inolvidable

Un día de vendimia inolvidable

viernes 4 de octubre, 2013

Los niños de El Globo Rojo recogen y pisan la uva, en una salida de descubrimiento de la nat...
  • Los niños de El Globo Rojo recogen y pisan la uva, en una salida de descubrimiento de la naturaleza y de disfrute de las familias
  • La recogida de la uva se convierte en una experiencia única para los niños de Tercero de Infantil que tuvieron la oportunidad de hacer la recogida de la uva en uno de los parajes más bellos de la zona de Villanueva del Conde, denominado La Antigua
  • Estos majuelos situados en bancales, producen algunas de las variedades de uva autóctona de la Sierra de Francia, Rufete, Tempranillo y Garnacha con las que se consiguen unos vinos afrutados, suaves y agradables al paladar, siendo ya muy famosos en toda la Sierra

El otoño se ha implantado en la naturaleza, más en concreto, en la Sierra de Francia. Es en este lugar y en ese momento en que las parras, rebosantes de incontables racimos de uvas frescas y húmedas, esperan a que unas hábiles manos las recojan. Así ocurrió en la salida a la vendimia, en la que los niños de tercero de infantil pudieron acercarse a esta tradición tan bella, un contacto con la naturaleza y un descubrimiento constante, en una zona de la Sierra junto a Villanueva del Conde.

La recogida de la uva, desde bien temprano, se produjo entre sonrisas por parte de papás, mamás y pequeños, compartiendo momentos, que quedarían en la memoria de todos, especialmente de los niños. Armados con pequeños cubos, parte de la uva fue recogida por las manitas de los niños y sus padres, una pequeña porción de toda la producción de uva  de la finca. La satisfacción de la recogida de esta jugosa fruta y poder comprobar los beneficios de cuidar y respetar la naturaleza, son algunos de los valores que los niños pudieron aprender en esta salida inolvidable que, sin duda, les permitirá amar aún más el entorno.

Tras la recogida, llegó la visita especial del burro Romero, a quien los niños alimentaron con pan y que, muy agradecido, no dudó en dar un paseo a los niños en su lomo y así pasear por el bello paraje, rodeado de naturaleza en su máximo esplendor. Más tarde, y después del bocadillo, llegó el momento más esperado: pisar la uva para obtener el preciado mosto, con el que más tarde se fabricará el vino. Así, por parejas y entre risas, los niños pisaron gran parte de la uva, una sensación que también quisieron experimentar algunos mayores, de inconfundible cosquilleo en los pies.

La comida en un parque público y merendero de Sequeros puso al fin, la guinda de una mañana intensa e inolvidable para todos, mayores y pequeños. El zumo de uva, reposará ahora durante meses para la obtención del vino. Mientras tanto, las parras se preparan para estar listas, de nuevo, para su recogida el próximo otoño.

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