“¡Hoy he tenido una pesadilla, Pilar, había un monstruo en mi habitación!”

“¡Hoy he tenido una pesadilla, Pilar, había un monstruo en mi habitación!”

viernes 25 de noviembre, 2011

Así comenzaba la asamblea de la mañana hace unos días. Una niña nos cont...

Así comenzaba la asamblea de la mañana hace unos días.

Una niña nos contaba, a todos, sus miedos cuando se hacía de noche y se metía en la cama. Aproveché la coyuntura para tirar del hilo. Rápidamente algunos niños más aprovecharon el momento para contar su experiencia, ellos también tenían miedo cuando se metían en la cama…

Comenzó entonces una interesante conversación ,  cada uno iba exponiendo su punto de vista  y como eje común la existencia o no de monstruos en la habitación…. cuando se hace de noche.

Es cierto que el miedo es consustancial a la persona. Generalmente, el miedo a la oscuridad equivale al miedo a quedarse solo, a la posibilidad de que pueda quedarse aislado durante un  largo período. Este tipo de  miedo es transitorio e irá desapareciendo a medida que el niño/a aprenda a “sentir” suya su habitación. Es importante enseñarle puntos de referencia que permanezcan iluminados, como  un punto de luz en la habitación. Según vaya creciendo, poco a poco, aprenderá a reconocer los ruidos y los silencios de la casa, a identificar los sonidos…, de tal modo que sus temores se irán desvaneciendo.

Por ello hasta nuestra clase ha llegado el “Duende de la noche” llegado del país de los Trols, para cuidar de los niños cuando sale la luna… con la visita pretendía transmitir  seguridad a los niños, lo hemos tenido entre las manos y le han contado sus miedos…

Giremos positivamente la realidad del miedo, dejemos  que hablen de ellos y así  puedan canalizar su inquietud o angustia. En definitiva  se trata de aceptar el miedo como un elemento inherente al desarrollo emocional  y afectivo, de la misma manera que se aceptan y trabajan otras emociones.