Así es mi mamá ¡Felicidades!

• Los alumnos de El Globo Rojo se vuelcan preparando El Regalo más grande en el día de la madre viviéndolo con gran emoción
• El colegio entero durante esta semana se ha convertido en un Gran Taller de Artesanía; nueve grupos escolares realizando con sus manitas, esas manos tan pequeñitas, con material de reciclaje o similar, los presentes que harán colmar de enternecimiento a Mamá.

Durante esta semana los alumnos del colegio El Globo Rojo han revivido las sensaciones más placenteras, y las profesionales de este centro se han sentido llenas de felicidad al observar el disfrute de los niños y la ilusión contenida con la que han realizado, con mucha delicadeza y cariño, los regalos para el Día de la madre.

En los niveles de edad que nos movemos para un niñ@ su madre es lo más importante que tiene en su vida, es por ello que este sentimiento le lleva a ilusionarse y a poner mucho interés en realizar un regalo para su madre, al margen ya de que se conmemore este día.

Desde las aulas las educadoras y maestras buscan que los niños participen al máximo en la producción del regalo, así intentan crear junto con los niños, utilizando diversas técnicas, plásticas, manualidades, collage, … un obsequio muy personal, realizado por los propios niños, a veces con un poquito de ayuda, para hacer feliz a mamá en este día.

Enfrascados en la pintura de dedos, la arcilla, lanas de colores y aceites, fieltro o papel,  de múltiples tonalidades, han ido discurriendo las mañanas del colegio llenas de ajetreo y actividad. Son días donde hay que hacer más tareas y las maestras y educadoras rematan los trabajos y los empaquetan con esmero.

Además, está la parte de las canciones y de los poemas, que lógicamente esta semana han sido dedicados a la madre. Han aprendido canciones para mamá, algunas antiguas llenas de recuerdos de otras épocas, otras actuales, pero siempre cargadas de ese sentimiento de ternura y amor que significa la palabra mamá.

Los poemas tienen su importancia para los grupos de los mayores, ya que se los aprenden y los recitan o también, como es el caso de los de cinco años, son capaces de escribirlos en una carta a su mamá.

En cada aula, un nivel de tareas distinto y una ilusión por transmitir, pero en todas el mismo mensaje: Te quiero mamá, tú me has dado la vida.