Una excursión para aprender más allá de las aulas

• La Comunidad Educativa del colegio El Globo Rojo cierra el curso escolar con la visita teatralizada al castillo de los Duques de Alburquerque de Cuéllar, provincia de Segovia

Buscando la sombra de los muros de este imponente castillo se agrupaban en la mañana del domingo 16 de junio un nutrido grupo de niños y adultos. Familias y profesores de este centro de educación infantil se disponían a retroceder más de quinientos años en la historia cuellarana. 

Con la ayuda de la guía del castillo este grupo de turistas iniciaron el recorrido por los espacios exteriores que lo rodean hasta llegar a la puerta principal, defendida por la guardia de la duquesa de Alburquerque, Mencía de Mendonza y Luna, en esos momentos dueña y señora de la fortaleza.

Cuando llegaron a sus aposentos, allí estaba, sentada en su trono, ensimismada en la lectura de las ordenanzas del castillo, una lectura no propia para una mujer de aquella época, según su regidor y alcalde, que tras la ausencia del Duque Don Beltrán de la Cueva, trataba de imponerse a las decisiones de la duquesa. Una lección para nuestros alumnos y alumnas que pudieron comprobar cómo los derechos de hombres y mujeres no fueron los mismos en otras épocas.

Transportados a otra época, a los visitantes les fue fácil reconocer el modo de vida de los castillos medievales. Sus personajes y sus historias sumergieron a este grupo de turistas de la ciudad salmantina en un mundo del pasado, lleno de guerras, farsas, pleitos y lances de honor. Ocupaciones propias de reyes y nobles que se dirimían en los salones y cámaras, estancias situadas en la parte más alta de la torre del homenaje y al mismo tiempo residencia del señor del castillo.  

Cuando el grupo de visitantes  descendió a los bajos de la torre, la oscuridad y el miedo se adueñó de los más pequeños, que alguno rompió con su llanto el silencio de mazmorras y pasadizos. Allí moraban personajes vestidos de época medieval, como los escribanos de libros de cetrería, que vuelven a revivir historias e intrigas de antaño. Una vida apacible y tranquila para mancebos y criadas que pasaban sus días en las bodegas y cocinas del castillo.

Un día de encuentro y convivencia entre profesores, padres, madres y alumnos que buscaron un chapuzón y una buena sombra en la alameda de un parque y merendero de esta ciudad segoviana para dar buena cuenta de las viandas y tener también un momento de descanso.

Agradecemos desde estas páginas a los organizadores de esta excursión, a la AMPA y Dirección del Centro por esta y otras muchas actividades realizadas a lo largo del curso escolar que demuestran que la escuela y los aprendizajes también están fuera de las aulas.

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