Asamblea: la hora de compartir

Asamblea: la hora de compartir

miércoles 18 de septiembre, 2013

La Asamblea de cada mañana fomenta las relaciones sociales entre los niños y ni&ntild...
  • La Asamblea de cada mañana fomenta las relaciones sociales entre los niños y niñas, y genera valores clave, como escuchar a los demás
  • Las primeras actividades de aprendizaje, talleres de plástica y lógica, plantan su semilla en los más pequeños

En El Globo Rojo ya se pueden sentir y vivir las primeras sensaciones que ha traído el nuevo curso escolar. Algo flota en el ambiente, quizás sea que aquellos bebés que llegaron asustados a su primer cole ahora son más mayores e inician una nueva etapa escolar más animados y seguros. Tal vez sea la sensación de estar creciendo, de que cada año niños y niñas, un poco más mayores, ocupan las aulas del Globo Rojo y las llenan de vida. Cada curso escolar es distinto, y está lleno de matices.

Las primeras sensaciones del curso se pueden palpar fácilmente en una de las actividades más famosas y concurridas del Centro: se trata de la Asamblea. En ella, todos los alumnos de primer ciclo, por un lado; y segundo ciclo, por otro, se reúnen junto a sus educadoras, cada mañana, para compartir momentos juntos. Cantar, dar palmas, moverse y escuchar a los compañeros, son algunos de los valores que los niños trabajan cada día, rodeados de sus amigos, aprendiendo a trabajar, sin que ellos lo perciban, las relaciones humanas.

Por otro lado, la vuelta al cole trae consigo otro tipo de actividades, menos lúdicas, pero igual de entretenidas. Es hora de ponerse a trabajar. Así, los primeros talleres de plástica y lógica ya comienzan a despertar la inquieta mente de los niños, que interiorizan ya conceptos básicos para su formación futura utilizando materiales divertidos, dibujos, pinturas, colores.

Por ejemplo, los niños de la clase de Esther han elaborado un divertido hueso para la nueva mascota del aula, el simpático perrito Oto.

Les queda un curso por delante para seguir aprendiendo. De momento, podemos decir que, en El Globo Rojo, las múltiples satisfacciones de los primeros días permiten a todo el equipo educativo del dentro decir que vamos por buen camino.

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